Supongo que fue una bonita sorpresa recibir la invitación a tan especial acontecimiento como el FCI Centenary World Champion of Champions. ¿Se lo esperaba?

En realidad, tuve que releerlo algunas veces, puesto que no lograba entender cómo había sido seleccionado para esta invitación tan especial, además por considerarla trascendental e histórica.
Jamás pensé acerca de esta invitación de tan alta responsabilidad, puesto que tampoco tuve conocimiento de ninguna reunión o quiénes fueron los que tuvieron a su cargo la designación de los tres jueces.

¿Las reglas de una exposición como esta son algo diferentes y probablemente fue difícil despedir uno de los dos perros que tenía usted delante durante los primeros rounds, sabiendo que tal vez eran ambos más bonitos que otros que vendrían más tarde?
¿Despidieron sus colegas de los primeros rounds a algún perro que usted hubiera querido ver mantenido en la competición?

Si bien este tipo de juzgamiento pertenece al método sintético sin puntaje por sistema de eliminación, sin embargo la gran diferencia es que el juzgamiento de los ejemplares por parte de la terna de jueces es totalmente visual, salvo los 4 finalistas que dan la oportunidad para examinarlos.

Queda bien entendido que el juzgamiento lo efectúan tres jueces por separado con la subjetividad del juzgamiento de cada raza, además existen factores del momento, la dinámica, el ángulo visual por cada juez y otros, siendo muy viable que el ejemplar que cada uno de los jueces puede apuntar, no siempre puede expresar la misma igualdad para los demás.

En efecto, hay que tomar en consideración que todos los exponentes eran campeones y para llegar al nivel de este tipo de juzgamiento, ya habían sido seleccionados en otras exposiciones y depurados por muchos excelentes jueces, por tanto, hubo muchos ejemplares de alta calidad que se quedaron en el camino.

¿Siguió los juzgamientos durante el día?

Nosotros, la terna de jueces para finales, estuvimos en el hotel hasta el mediodía llevándonos luego al lugar de la exposición, por lo tanto no vimos ningún ejemplar antes del juzgamiento y esto me parece totalmente correcto, salvo algunos ejemplares que vimos en la última parte del trayecto para llegar al pabellón, que comprendimos que no habían sido seleccionados porque se dirigían a la salida.

¿Le parece que la calidad global de los perros fuera realmente alta, ya que estos eran campeones?

Cabe resaltar que los ejemplares que tuvimos a nuestro cargo, fueron de alta calidad, sin embargo hubo casos en donde se pudo observar cierta diferencia, pero en otros la similitud era muy ajustada.

¿Le gustó la organización, el ring principal? ¿Tiene alguna sugerencia o comentario?

He podido comprobar una excelente organización y los tiempos estimados para lo que a nosotros respecta, fue según la programación y muy bien dirigido para la presentación y desplazamiento de los ejemplares dentro del ring principal y con un fondo musical que sirvió de magnificar los finalistas en dicho evento.

Como sugerencia personal, pienso que la ubicación de los tres jueces fue correcta, sin embargo por lo que pude comprobar, es que los dos biombos que separaban los tres jueces, obstaculizaron parcialmente a visibilidad del público situado en la parte posterior de los jueces, así mismo creó pequeños impases para los camarógrafos y fotógrafos que se esforzaban para efectuar las mejores tomas, invadiendo hasta cierto punto la localidad de los jueces.

Creo que en un futuro, se pudiera subsanar eliminando los dos biombos y dejar las tres mesitas para los jueces con un diseño muy especial y sencillo, evitando la visibilidad de sus anotaciones entre ellos y simplemente pulsando manualmente o con un control remoto, uno de los dos botones, según el color, el cual aparecería con luces a la espalda de los jueces. Además los jueces deberían estar totalmente separados de fotógrafos, etc., por medio de sogas adornadas u otro sistema de separación.

¿Sólo quedaron 4 perros para la final, puede compartir su impresión? (sea perro por perro o los 4 juntos)

Respecto a los cuatro perros finalistas, sin duda alguna fueron excelentes ejemplares con virtudes muy propias de cada raza, dignos de ser los finalistas. Tuvimos un Lebrel Irlandés del grupo X, un Welsh Corgi Permbroke del grupo I, luego el Shar Pei del grupo V y el Scottish Terrier del grupo III. A todos ellos mis felicitaciones.

¿El gran ganador, el Irish Wolfhound, se merece unas palabras de más, puede compartir su opinión a su respecto?

El ganador absoluto el Lebrel Irlandés, una raza histórica, obtuvo el lugar bien merecido en la final, si consideramos que no es fácil lograr las virtudes vistas y bastante difíciles, como son las implantar las características imponentes y bien estructuradas tal como se requiere para llegar al ideal de esta raza.
En suma, un Gigante de las razas caninas y Gigante para el Centenario FCI.

¿Qué impresión general le dejaron las Jornadas Cinológicas?

Fueron días inolvidables, las programaciones precisas, excelentes atenciones, cumplimientos de los horarios, todo esto desde que llegué; al día siguiente actué como ponente en el ciclo de conferencias en una sala del hotel Le Plaza muy cómodo y elegante, en el cual tuve la suerte de escuchar disertaciones de alto nivel de los otros ponentes, convirtiéndose en un verdadero intercambio de conocimientos.

Al día siguiente la visita a la pintoresca Bruges, ciudad histórica y capital de la provincia de Flandes occidental, conocida también como la Venecia del norte, por la gran cantidad de canales que atraviesa la ciudad, fue un día inolvidable, finalizando con una caminata que sirvió como prueba de esfuerzo para todos.

Al día siguiente fuimos de visita a las oficinas de la FCI, la casa matriz que muchos delegados no conocían, fue una visita histórica ya que en Bélgica se fundó la FCI, las finas atenciones del Director Ejecutivo Yves De Clercq que siguieron desde que comenzaron los eventos.

En la galería de retratos de los ex presidentes de la FCI, figura en el último lugar el retrato de nuestro presidente Hans Müller, que cumple casi un tercio del Centenario al mando de la FCI y con creces le rindo el más alto tributo por la dedicación, transformación y desarrollo de la cinofilia mundial y casi triplicando el número de países afiliados. Así mismo, agrego mis felicitaciones para todas aquellas personas que trabajaron para la realización de este magno evento y en especial al Société Royale Saint-Hubert fundado en el año 1882 siendo uno de los 5 países que formaron la FCI y que fue en este caso el país anfitrión del Centenario, totalmente meritorio.

¿Se debería repetir la experiencia?

Pienso que este tipo de eventos, no sólo debe ser repetido a menudo, sino creo que se debería institucionalizar este evento cada año para festejar el aniversario de la FCI, creando un sistema rotativo para el país que lo requiera en cada continente.

Ermanno Maniero